Por Fabián Solari - Si bien en un primer momento estaba pautado hacerse en el Paramount como cada jornada organizada por Juan Videla y Esteban Bolla, el partido de la Selección Nacional que cada vez que juega un torneo importante se pasa en pantalla gigante en el cine hizo que no se pudiera hacer allí, en el marco de la jornada de voces femeninas en el Tres de Febrero Rock, fuimos al imponente escenario del Playón Municipal en Caseros, cabecera del Partido de Tres de Febrero, con la expectativa de ver en vivo al nuevo bajista Gabriel Lorenzani y disfrutar de una nueva presentación de la banda. Varias veces hemos ido a ver bandas pero no a cubrirlas por lo cual estar del otro lado era toda una novedad porque las palabras de Adrián Barilari y Walter Giardino cuando tocó allí Rata Blanca en marzo pasado las tengo presentes acerca de la calidad del escenario, los camarines y el predio en general. Para ser honestos, creí que era de calidad y de nivel pero jamás pensé que fuera tan groso: 4 camarines bien confortables con climatizadores individuales, amplios baños, una sala-pasillo amplia y un escenario de putísima madre.
Compartimos camarines y allí pude conocer y charlar con el ignoto bajista hasta el momento para mí y con el baterista Claudio Adamo con quienes estaba también, a modo de aguante, el baterista de Cruzados Sebas Leiva e hicimos una suerte de revisionismo sobre el metal nacional desde principios de los '80, luego se sumaron Gustavo Arroyo y Priscila Byrnes. La gente del programa Corta la bocha los entrevistó y luego sí, finalizado el set anterior, subieron a escena para ponerle el toque hard que la fría noche necesitaba para derretir ese maldito hielo, Priscila Byrnes la rockeó a lo largo de los 8 temas que tocaron.
El clásico "Daddy, brother, lover, little boy" - cover de Mr. Big - fue el puntapié inicial de una primera parte accidentada por los problemas de sonido del bajo que rápidamente fue solucionado. Siguieron con "Here again", "Visión" y "Bajo un mismo cielo" siendo este tema uno de los puntos más altos de la noche. A esta altura se percibía que el sonido no era el mejor y así fue nomás, pero ello no empañó la noche. Abajo del escenario se escuchaba bien y el puñado de personas que había allí escuchaban un buen show. "Still of the night" siempre garpa y sonó como cada presentación. Luego siguieron "Huellas del ayer" y un tema nuevo (aún no le pusieron nombre pero les voy a seguir preguntando hasta cansarlos o hasta que le pongan un puto nombre al tema); para hacer un homenaje al rock nacional como dice Prisicila cada vez que presenta el tema, cerraron con el cover de La Torre "Estamos en acción".
Las expectativas por el nuevo bajista fueron colmadas finalizado el concierto aunque habrá que esperar para que se perciba bien si Gabriel Lorenzani logra afianzarse y sentirse cómodo porque los problemas de sonido y la lógica incomodidad sumado al imponente escenario pero con poco público quizá hayan mellado en su actuación, le pongo una ficha. Claudio Adamo desde los parches siempre es prolijo, algún que otro detalle pero siempre prolijo y Gustavo Arroyo - el alma de la banda - que empuja para adelante y le brinda la seguridad que la figura de Priscila Byrnes necesita para exponer todo su potencial. Pasadas las 22 nos fuimos con el maldito frío arreciando como nunca pero con la temperatura bien arriba.
Las expectativas por el nuevo bajista fueron colmadas finalizado el concierto aunque habrá que esperar para que se perciba bien si Gabriel Lorenzani logra afianzarse y sentirse cómodo porque los problemas de sonido y la lógica incomodidad sumado al imponente escenario pero con poco público quizá hayan mellado en su actuación, le pongo una ficha. Claudio Adamo desde los parches siempre es prolijo, algún que otro detalle pero siempre prolijo y Gustavo Arroyo - el alma de la banda - que empuja para adelante y le brinda la seguridad que la figura de Priscila Byrnes necesita para exponer todo su potencial. Pasadas las 22 nos fuimos con el maldito frío arreciando como nunca pero con la temperatura bien arriba.