lunes, 5 de octubre de 2015

Tormenta arrasadora en el Oeste - Cobertura de Rata Blanca


Por Fabián Solari - Fotos: Vero Rodríguez - La salida de un esperadísimo nuevo disco de Rata Blanca generó en todos los fans una expectativa dificil de aguantar debido a la rotura de paradigmas que "Tormenta eléctrica" generó no sólo por volver a las raíces más rockeras del quinteto sino también por la incertidumbre al haber dejado pasar tanto tiempo para volver a grabar. En el marco de la gira presentación, una de las fechas posteriores a la gran presentación en el Luna Park fue la de esta velada en el Auditorio Oeste, reducto en el que ya lo hicieran en febrero pasado. Fría noche para una desatinada jugada de la producción del show que demoró por casi dos horas el inicio del concierto. La impaciencia del público se hacía notar cada vez más hasta que los rayos de una imaginaria tormenta eléctrica hizo estallar a la concurrencia. "Los chicos quieren rock" sonó sin respiro seguido de "Sólo para amarte" y "El círculo de fuego" con lo cual se pusieron a la gente de su lado en forma inmediata. Pocas palabras y muchas canciones brillantes fueron la presentación y una muestra certera de lo que se vendría. 
Un Adrián Barilari con dominio absoluto de escena, de público y de los tiempos que tan sólidamente marcan desde atrás tanto Fernando Scarcella en batería y el histórico Negro Sánchez desde el bajo. Las teclas en poder de un asentado Danilo Moschen hacen las delicias de melodías en su punto justo. De Walter Giardino mucho más de lo que ya se ha dicho a lo largo de los últimos 30 años no se puede decir, salvo que al brillo técnico y soberbio dominio de la guitarra se le puede agregar en altas dosis un genio creativo y compositivo como pocas veces se ha visto por estas latitudes ya que es el autor de todos los temas y los arreglos del impresionante "Tormenta electrica" compuesto en una quinta en Pilar en apenas 2 semanas.
El sonido AOR de los '70 arremetió con las primeras notas del teclado con "Tan lejos de aquel sueño" y ya no hubo dudas que la gente está rendida al encanto de una banda que sabe lo que quiere y lo que su público quiere, perfecta conjugación que se traduce en un amor incondicional. "Volviendo a casa" dio rienda suelta al pogo intenso que se prolongaría a lo largo de toda la noche. "La otra cara de la moneda" y "El jugador", con su sonido directo y bien pesado elevaron aún más la vara inquisidora a la que nunca le temen. Los siguientes 15 minutos estuvieron dominados por un exultante Walter Giardino como figura central y estratega de una "Batalla persa" con aires floydianos y progresivos de excelente factura. Un instrumental que logra atención de principio a fin. Y de repente un exacto golpe directo al corazón: "El sueño de la gitana" volvió a elevar la vara a puro metal clásico. Unos ajustes en la batería y en la guitarra y lo que es, según mis gustos y preferencias, el mejor tema del disco que se estaba presentando: "Rock and roll hotel". El riff potente que domina el tema de principio a fin más una base tremenda y un vocalista sin fisuras me volaron la cabeza sin respiro, fueron casi 5 minutos de headbanging constante. Como quien se sabe ganador Barilari insta a poguear el tema siguiente: "Buscando pelea". El delirio fue absoluto al igual que los cuerpos volando a puro golpe sin discriminar por sexo y edad. Siempre entendí el pogo como una manifestación primitiva de cavernarios queriendo expresarse. Para bajar la intensidad le dieron paso a "Aún estás en mis sueños" calmando a las bestias con absoluta seguridad de ser simplemente un momento para recobrar fuerzas. El momento del solo encontró a Giardino con toda la atención puesta en sus manos ante una ejecución destacable que no fue - ni más ni menos - que la introducción del histórico clásico "Chico callejero". Si bien sonó firme y con solidez, extrañamente, la guitarra no estuvo a la altura debido a cambios en las notas que no sólo no favorecieron sino que parecía que estaba tocando otro tema. "La llave de la puerta secreta" fue el tema con el cual cerraron la primera parte y fue a todo brillo.
Apenas unos minutos y sin mediar palabras, raro en ellos que suelen hablar con el público tanto Barilari como Giardino aunque esta vez se pudo advertir falta de comunicación entre ambos, bajo el sonido de la intro "Las voces del mar" volvieron a escena para hacer el primer tema de los bises: "El reino olvidado". No hubo nadie que se haya quedado sin saltar y bailar, nuevamente, impresionante lo que logran. "Guerrero del arco iris" y "Abrazando al rock and roll" como para dejar bien en claro que no se olvidan de sus raíces y orígenes sonando demoledores ambos. El final llegó luego de más de dos horas: "Mujer amante" y "La leyenda del hada y el mago" fueron las encargadas de dar cierre a una noche excelente con una banda en su mejor momento con poca prensa pero llenando cada recinto en el cual se presentan, esta vez con la excusa de presentar disco nuevo.