Por Fabián Solari - Rara primavera estamos padeciendo en estas latitudes pero no por ello dejaremos de asistir a conciertos de buena música. El stoner hecho y derecho y cuatro tipos malos que lo ejecutan de maravillas festejaban un año juntos bajo el nombre de Jueputrus en una fecha del UDB Vol. IV en Jackie Boy de Flores.
La fecha comenzó con Ambassador, cultores de un espeso blues rock pesado, haciendo gala de un sonido denso y blusero que atrajo poderosamente mi atención ya que no había escuchado algo similar en años, desde el primitivo Pappo´s Blues diría. Maxi Álvarez en guitarra y voz, Emiliano Arretino en bajo y Lucas Calabrese en batería arrancaron luego de una breve prueba de sonido con temas propios sin mediar palabras ante escasos concurrentes. Un detalle que me seguirá llamando la atención en muchas bandas del estilo es que tienen poco diálogo con el público, con esto no quiero hacer un crítica negativa sino que lo destaco porque me llama la atención, simplemente. Cada uno es libre de expresarse como mejor le parece y si entienden que solamente la música es la mejor manera de hacerlo, está muy bien. Musicalmente no tienen fisuras y saben bien hacia donde quieren ir con composiciones parejas y directas como "Blues del origen", "El siniestro" y "Estado natural", entre otras. Set corto pero efectivo.
En un pub con buen sonido pero con un sonidista que tuvo muchos problemas desde el inicio mismo, hizo su presencia Colérico Buda, es decir Leandro Paira en bajo y voz,
Charly Czech en guitarra y coros y Nacho Ducca en batería y coros. Con un buen hard rock y actitud rocker punk asaltaron la escena sin pedir permiso pero con alegría y buena onda tocaron y deliraron como si lo estuviesen haciendo ante una multitud. A esta altura eramos poco más de 30 incluídos músicos pero gozamos como siempre lo hacemos al margen del número porque el rock es sentimiento ante todo. A los evidentes problemas de sonido ajenos a la banda le antepusieron música, buenos temas, actitud y delirio puesto que Czech se tiró del escenario sin dejar de tocar su guitarra en ningún momento para mezclarse con la gente generando una interacción como en las viejas épocas del mejor hard rock. Temas propios, en su mayoría del segundo disco, hicieron las delicias de los presentes y se mandaron una versión tremenda de "Born to rise hell" de Motorhead que no tuvo desperdicio. Una banda llamada a ser punta de lanza del hard rock en estas pampas.
Luego de más de 45 shows a lo largo del primer año de vida, Jueputrus hizo gala de experiencia y calidad sobre el escenario. Los históricos Lito Pared en voz y Alejandro Taranto en bajo y coros más el excelente violero Negro Fanklub y el cada vez más sólido batero Orlando Zahir dejaron bien en claro de qué se trata esto del rock y el stoner en Argentina. "Sucio y desprolijo" dio inicio al festejo y arrancando aplausos de entrada. "Buscar", "Víctimas" y "El cuervo" nos dejaron sin aliento en apenas un puñado de minutos. Seguramente haya habido algún problema de sonido ajeno a la banda que no empañó en ningún momento el set que continúo con la tremenda "Que me lleves de aquí", "Yunke" y "Déjame", soberbia interpretación. Actuación tras actuación va quedando en evidencia que Jueputrus pide pista y el ascenso le está quedando chico. "Vida, sangre y aliento" fue de lo mejor que tocaron en una noche de festejo que continuó con "El anzuelo" y "Cartonero" para ir cerrando la noche. El amor incondicional y el reconocimiento al mejor violero que dieran estas pampas llegó con "Aeroblus" y "No obstante lo cual" rebautizado "Cabaret". Gracias por tanto en una noche fría a la cual supieron ponerle todo el calor. Por muchas fechas más en lugares con mejor acogida y sonido (o sonidista). ¡¡¡Feliz cumpleaños, Jueputrus!!!
