
Fue una de las primeras bandas del género en pisar suelo argento ya que Van Halen lo había hecho un par de años antes. Había revuelo y se olfateaba cierto olor a pito, gorra y bastón horas antes del concierto. Todavía no estábamos preparados para que unos tipos con cara de pocos amigos tocaran rock del pesado en estas tierras. Pero Tito Lectoure se animó y el Luna Park explotó. Fue una fiesta. La revistas Metal y Pelo se ocuparon en detallar el concierto. Después de ellos llegaron muchísimos mas. Pero claro, esa es otra historia.