jueves, 1 de septiembre de 2016

El Ruso Verea: "La Heavy fue excitación y bardo hasta las tres de la mañana"

Heavy Rock and Pop
Conducción: Alejandro Nagy, Douglas Vinci y Norberto “El Ruso” Verea
Debut: 1 de mayo de 1990
Final: 28 de diciembre de 1995
Horario: 23 a 03
El dato: Sebastián Bach, cantante de Skid Row, Slash de los Guns N’ Roses y hasta Joey Ramone iban al programa a pasar música. Fueron demandados por la Fundación Argentina del Mañana, que quiso censurar el aire de la Heavy por las charlas que se daban en la noche de la Rock and Pop.



Norberto “Ruso” Verea: “Con mi amigo ‘El Yeti’, íbamos discoteca por discoteca vendiendo el material que llegaba de diversas partes del mundo, y me ganaba dos dólares por disco. Así fue que llegué a la radio, donde me empezaron a conocer como ‘Norberto, el que vendía discos’. Había hecho un par de boludeces en Bangkok, hasta que un día me llevaron a la Heavy. Para entender el programa hay que entender a la Rock and Pop. Tuvo dimensiones inimaginables, la radio. Era una época de sueño, de delirio, de pasillos de Rock and Roll, no de pasillos de empresarios ni empleados sometidos. Había una fantasía por entrar a la Rock and Pop, pero no para trabajar, ¡sólo por entrar! Y la Heavy, en ese contexto, fue ‘excitación y bardo hasta las tres de la mañana’, como decíamos. El programa fue cambiando mucho. Fue un gran divertimento nocturno en épocas bravas, de mentira-verdad, quiénes eran los verdaderos heavies y los caretas… una verdadera gilada. Yo pasaba punk y los metaleros se volvían locos. Pasaba heavy metal y los punks puteaban. Y los hinchas de los Stones puteaban y después ponías a los Ramones haciendo “Simpatía por el demonio” y les decías ‘muchachos, los músicos están por encima de nosotros’. Pero hasta te llegaban a amenazar, los oyentes: ‘¡Te vamos a prender fuego el auto!’, te amenazaban porque pasabas más a una banda que a otra.
Me acuerdo que a Slash le llevé 300 y pico de compacts para que eligiera. Había también dos botellas de vodka y cajas de jugo de arándanos con hielo para que viniera esta banda de hijos de puta, que se tomaron todo. Todo eso fue la Heavy, y lo que más se extraña de esa época. Y la edad, claro… Tenía 33 años, hoy tengo 58 y me siento como de 93. En aquel momento me sentía de 20. Jugaba al fútbol, entrenaba, tenía los cuatro meniscos, el pelo largo. Era un metalero digno de la Heavy. ¡Te podía llevar con la pija hasta Mar del Plata! Fue todo una hermosa y cruel fantasía, donde el gran cerebro fue Grinbank. Él le dio libertad a la locura de cada uno. Una locura que era inexplicable, y que a la vez tenía mucho que ver con el rock: vos te subís a mi auto, suena ‘Physical Graffiti’ de Zeppelin y… ¿cómo te lo explico? No se puede explicar eso. La Heavy tenía eso porque la radio lo tenía. Y el que la quiso explicar se equivocó. No había que explicarla, a la Rock and Pop: había que encenderla. El mayor problema de muchos de los que estuvieron en la Rock and Pop fue creer que eran más importantes que la música. A mí, gracias a Dios, no me pasó. Y al que le pasó, qué lástima.