miércoles, 2 de septiembre de 2015

"Shakira sacó un perfume llamado Rock, ¡mirá lo mal que estamos!"

(Por Anuar Peche). La frase está firmada por Walter Giardino, el histórico guitarrista de Rata Blanca. "El verdadero rock está intentado ser desplazado del mainstream", le dijo a DIARIO POPULAR en un mano a mano imperdible.

Walter Giardino está enojado. Cansado con lo que le está sucediendo al circuito musical argentino. Y el virtuoso guitarrista creador de Rata Blanca -unas de las bandas de metal que marcó el camino de la escena argenta en los `90 y que después de 28 años de rockearla sigue sacudiendo cabezas por el país y el mundo- le apunta directamente al sistema empresarial que en el mercado de la música intenta vender liebre por conejo.
Productos armados bajo imagen y semejanza de la grandeza del rock, pero que de eso tienen muy poco. Porque siente que "el verdadero rock está intentado ser desplazado del mainstream". Pero igual está seguro de que no lo van a lograr. Y una de sus convicciones es lo nuevo de Rata: "Tormenta Eléctrica".
Según el violero, el disco que "vino a defender el rock", y ese plagio del concepto para vender cualquier tipo imagen. "Shakira sacó un perfume que se llama rock, ¡imaginate lo mal que estamos!", tiró Giardino, con DIARIO POPULAR, en la antesala de la presentación del disco en el Luna Park. Y avisa: "El rock va por otro lado del que quieren imponer".


"SIEMPRE BUSQUÉ EQUILIBRIO ENTRE LA TÉCNICA Y EL SENTIMIENTO"

Héctor Walter Giardino es uno de los violeros que no paran de mover los dedos. Que sabe muy bien lo que hace, por qué lo hace y qué genera con eso que suelta. Pero además de su conocimiento y tecnicismo, deja sentimiento y también ese vuelo de dejarse llevar por lo que bombea el corazón cuando su ser se hace uno con la guitarra. Pero a DIARIO POPULAR, al contrario de lo que creen muchos, le contó que entrena poco los dedos. No es que no se la pasa ejercitando. Y que no esquematiza todo. Por eso te hace entrar en un terreno donde la mente le gana al espíritu. "Siempre busqué equilibrio entre la técnica y el sentimiento", asegura.


-¿Ejercitás mucho con la viola?

-Nunca fui de ejercitar mucho.
-¿No?

-No, busco lo necesario porque no quiero entrar en un terreno donde mi mente le gana a mi corazón, a mi espíritu. Siempre busqué equilibrio entre la técnica y el sentimiento.

-Para que no se pierda lo que se siente instantáneamente...

-¡Exacto! Yo quiero tocar siempre rock, y emocionar aún en las partes más simples. Eso tiene que ver con la sensibilidad. Muchas veces, cuando uno entrena demasiado, pasás para el lado de los que tocan de memoria y que lo hacen muy bien. Hay algunos casos que son extremadamente buenos pero que después, cuando improvisan, son una cosa aparte de lo que son cuando tocan de memoria. Naturalmente no me sale tocar de memoria, me aburre. No podría mantener mi concentración pensando que tengo que tocar todas las noches lo mismo.


-¿Qué escuchás?

-Ahora cualquier cosa, menos Rata Blanca, jajaja... Escucho de todo, bastante. A veces  escucho radios de rock, me gusta escucharlas porque me hacen conocer cosas que no conozco. Y las tendencias que hoy están bastante interesantes, hay mucha música que está mirando los `70 como referencia y va a salir algo bueno de ahí.

-¿Otra viola además de la Fender Stratocaster que todos conocen?

-¡Todas! Creo que las guitarras tienen su personalidad, los que cambiamos a veces somos nosotros y nos resulta una guitarra más cómoda que otra por una cuestión muy nuestra. Cuando están en un buen equilibrio técnico, todas las guitarras te dan buenos resultados. Una guitarra que no tendría sería una Parker (viola estadounidense). Pero después, todas me gustan. De las eléctricas que conocemos, son todas hermosas.